terça-feira, 24 de abril de 2012

La Habana


La Habana

No sé amor, después de las doce de la noche,
La temperatura subió un sentimiento elocuente
Su cuerpo y mi cuerpo se inflamó
Éramos una pasión entrelazadas
Era como en La Habana
Jugando en las calles sin rumbo fijo
Mirar el brillo de sus ojos,
Y ver que también me miraba sonriendo
Y lo que me dijiste:
"¿Adónde vas?
¿Por qué no lo hace?"